Buenas tardes familia en Cristo. Aquí les comparto un devocional de mitad de semana.
2 Corintios 12:7-10
7 Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones, una espina me fue clavada en el cuerpo, es decir, un mensajero de Satanás, para que me atormentara. 8 Tres veces le rogué al Señor que me la quitara; 9 pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. 10 Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque, cuando soy debil, entonces soy fuerte.
La Biblia no da vueltas a los defectos y debilidades de sus héroes. Abrahán mintió. La esposa de Oseas era una prostituta. ¡Pedro reprendió a Dios! Noé se emborrachó. Jonás era un racista. Jacob mintió. Juan Marcos abandonó a Pablo. Elías se quemó. Jeremías estaba deprimido y suicida. Tomás dudó. Moisés tenía mal genio. Timoteo tenía úlceras. Incluso David, uno de los amados amigos de Dios, cometió adulterio con Betsabé y asesinó a su esposo. Sin embargo, todas estas personas nos enseñan el mismo mensaje: que cada ser humano en la tierra, independientemente de sus dones y fortalezas, es débil, vulnerable y depende de Dios y de los demás.
La presión de presentar una imagen de nosotros mismos como fuertes y espiritualmente «juntos» se cierne sobre la mayoría de nosotros. Nos sentimos culpables por no estar a la altura. Olvidamos que todos somos humanos y frágiles.
El apóstol Pablo luchó con Dios por no responder a sus oraciones y quitar su «aguijón en la carne». Sin embargo, agradeció a Dios por su quebrantamiento, sabiendo que sin él habría sido un apóstol arrogante y «engreído». Aprendió, como todos debemos hacerlo, que el poder de Cristo se perfecciona solo cuando somos débiles.
Pregunta a considerar:
¿De qué manera el quebrantamiento o la debilidad en su vida actual podría presentar una oportunidad para que se demuestre el poder de Dios?
0 comentarios