Comencemos con dos ideas. Las explicaré y luego las uniré al final.

Primero, hablando a otros cristianos, Pablo explica que
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.” (Filipenses 3:20).

Puede que seamos de Colombia, Cuba, Venezuela, Honduras o Nicaragua pero si seguimos a Cristo, nuestra verdadera ciudadanía está en el cielo.

En segundo lugar, Eugene Peterson explica una parte de lo que hace el Espíritu Santo. Él “forma una iglesia para que sea una colonia del cielo en el país de la muerte”.*

La idea es esta: el cielo no es solo algo que esperar; debemos esforzarnos por traer algo de nuestra verdadera patria a nuestro entorno actual.

Una analogía que podría ayudar. Se sabe que las iglesias que tienen su herencia en Escocia a veces celebran cenas en honor a Robbie Burns. Burns era un joven poeta. En estos eventos, la gente coloca banderas escocesas, lee algunos de sus poemas y come un plato conocido como haggis.

Hace unos años, le pregunté a alguien que vivió recientemente en Escocia y me dijo que allí no se hacen ese tipo de cosas. Entonces, ¿por qué comenzaron estas cenas?

Hasta donde pude ver, los inmigrantes comenzaron a organizar estos eventos en su nuevo entorno específicamente para honrar su patria. Mantenía viva su patria, hacía que su patria se sintiera más cercana y acercaba un poco de Escocia a Canadá fue su respuesta.

Es una analogía parcial, por supuesto, y no se puede llevar demasiado lejos. Pero la idea principal está ahí: los ciudadanos del cielo hacen ciertas cosas en su nuevo entorno (la tierra) para honrar su patria, para hacerla sentir más cercana y para traer un poco del cielo a la tierra. En las palabras de la oración de nuestro Señor Jesús: “Vengase tu reino. Hágase tu voluntad, aquí en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:10).

Cuando todo lo que ves son problemas o dolor, recuerda tu pasaporte. Esto no sólo te da esperanza, sino que te motiva a bendecir a otros con algo bueno de tu tierra natal.

“El Espíritu Santo forma la iglesia para que sea una colonia del cielo en el país de la muerte.”