Si está buscando un buen versículo de la Biblia para memorizar, considere Proverbios 4:23: “Por encima de todo, guarda tu corazón, porque de él brota todo lo que haces”.

Necesitamos guardar nuestro corazón. Ray Ortlund explica que “el corazón, en términos bíblicos, no es parte de quiénes somos, sino el centro de quiénes somos”.

Eso es útil. Necesitamos proteger nuestro centro mental, emocional y espiritual.

Pero ¿por qué es eso importante? El proverbio continúa explicando: “porque todo lo que haces fluye de ello”. En otras palabras, así como un río fluye montaña abajo desde un manantial en la cima, así tus decisiones, palabras y acciones fluyen desde tu centro, tu corazón.

Lo que sucede en tu corazón puede parecer privado, pero impacta tus acciones y relaciones.

Todos luchamos con cosas diferentes. Algunas personas secretamente alimentan la ira en sus corazones, la pornografía, el orgullo, el rencor o cualquier otra cosa que sólo ellos conocen.

Si no está seguro de qué hacer si algo tiene un dominio secreto sobre su corazón, le animo a que busque ayuda. Creo que ese es un paso útil que puedes dar para proteger tu corazón.

Otro paso es cultivar prácticas piadosas en su lugar, como la oración continua, conversaciones regulares y honestas con un amigo fiel, hábitos sencillos de alegría que honren a Dios o memorizar versículos importantes de la Biblia. Me viene a la mente el Salmo 119:11: “En mi corazón he guardado tus palabras, para no pecar contra ti”.

El principio de este proverbio es proteger tu centro mental, emocional y espiritual: tu corazón.

Esto mejorará su vida y ayudará a garantizar que su influencia y legado estén cada vez más llenos de luz y sean más agradables a Dios.

“Por encima de todo, guarda tu corazón, porque todo lo que haces fluye de él”.