¡Cristo nació! Jesús es el Mesías tan esperado: el rey elegido y representante de Dios en la tierra. Pero algo que sus seguidores aprendieron fue que Jesús era más que un representante; ¡Él era Dios mismo en forma humana! Tim Keller dice: “Cuando miramos a Jesús, estamos mirando la gloria de Dios a través del filtro de la naturaleza humana”.

El Evangelio de Juan lo expresa de esta manera: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. (Juan 1:14).

Mientras este año llega a su fin y comienza uno nuevo, oro para que una vez más permitan que esta verdad esté fresca en nuestros corazones. Aquí está: Con Dios todo es posible.

Esas son, por supuesto, las propias palabras de Jesús en Mateo 19:26. Estaba enseñando a sus discípulos que incluso una persona rica podía entrar en el reino de Dios. Pero esa verdad también se afirma en otras situaciones. En Lucas 1:37 el ángel Gabriel le dijo a María que nada es imposible para Dios. Jeremías 32:17 nos recuerda que nada es demasiado difícil para Dios. El Salmo 145:3 nos dice que nadie puede comprender la grandeza de Dios. Y Génesis 18:14 hace una pregunta cuya respuesta ya conocemos: “¿Hay algo demasiado difícil para el Señor?”

No. No, no lo es.

Entonces sí, con Dios todo es posible.

Basta con mirar la historia de la natividad en sí. ¿Una joven don nadie (María) de un pueblo apartado es favorecida por Dios? ¿Una virgen da a luz? ¿El Mesías nace en un comedero para animales?

Amigos, cuando la plataforma de aterrizaje de Dios en la tierra es un pesebre, esperen lo inesperado.

Con el tiempo nos volvemos cínicos. Empezamos a esperar lo esperado. Renunciamos y empezamos a pensar que con Dios sólo algunas cosas son posibles.

Pero en Navidad, y con la encarnación de Dios mismo en un pesebre, el Señor de las sorpresas levanta una vez más nuestra mirada hacia su horizonte de posibilidades.

¿Dónde estás ahora mismo? ¿En tu apartamento, coche, casa o de paseo? Dondequiera que estés, imagina a Jesús diciéndote estas palabras mientras un año llega a su fin y uno nuevo se prepara para comenzar:

Con Dios todo es posible.