37 Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. Romanos 8:37-39.

El apóstol Pablo proporciona una lista maravillosamente larga de cosas que nunca podrán separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús nuestro Señor.

Sin embargo, algunos lectores temen que falte algo en esa lista: el pecado. ¿Eso debería preocuparnos? No. Debemos darnos cuenta de que si bien es cierto, el pecado no se menciona en la lista de Pablo, él acaba de terminar de decirnos que Dios dispone todas las cosas para el bien de aquellos que lo aman. 8:28

Si Dios supiera que hay algo en tu camino – vida o muerte, cosas presentes o cosas por venir, poderes malignos, o cualquier cosa en la creación – que te separaría de Cristo, entonces su plan perfecto para ti requeriría que Él te llevara a El cielo antes de que esa calamidad espiritual te golpeara. Él tendría que hacer esto para que todas las cosas obren para tu bien eterno.

Dios no permitirá nada en tu vida que cause que te separes de su corazón. Él no permitirá que permanezcas en el pecado o la incredulidad que destruiría su amor por ti. Por eso no hay nada que pueda separarnos de él, ni siquiera nuestro pecado.

Así que, cuando haya pecado o fracaso en tu vida, no temas buscar al Salvador que se ha comprometido contigo con un amor que nada puede separar. Si pudiera, ya te habría acogido a sí.

Oración: Padre celestial, me das un gran consuelo y esperanza al prometerme que nada puede separarme de tu amor. Que ese amor inseparable me haga correr hacia ti cuando necesito arrepentirme y correr hacia ti en la carrera para representar a Jesús.